“La independencia es otro nombre de la dignidad”
Eduardo Galeano
Desde mi país, país de los exiliados
Que vió mudarse un mal vecino
de esos que nunca se van
de esos que nunca se van
Que cimentó con sangre su ciudad
Ciudad que no ha terminado de ser niña
Y ya conoce el sabor del abuso
Desde mi “paisito” tierra suave bajo asfalto rudo
Empedrados de todos los precios
Que le han opacado el nombre
Que cubren la flor y el canto
Ya los hombres no mueren de viejos
Ya las mujeres no pecan de sumisas
No hacen mella los muertos
No se trabaja para otro día
El calor seco, quemante, nos pinta la cara
Pero el viento, de vez en vez, refresca
Mientras sepamos dónde está la dignidad
No hemos perdido nada